El siguiente análisis puede ser tachado de excesivamente subjetivo pues, dado que cuando hablamos de sensaciones y percepciones cada persona es un universo diferente, será difícil describir objetivamente el fundamento conceptual y estético del psytrance. En todo caso, son bienvenidas las críticas y comentarios.

Para empezar, debemos remontarnos varias décadas atrás, en un lugar paradisiaco de la India: una playa dominada por colonias portuguesas llamada Goa. Este sitio significó una suerte de tierra prometida para la comunidad hippie de los 60´s y 70's de occidente, pues en él se radicaron y huyeron del mundanal ruido post-industrial de la sociedad capitalista. La gran mayoría de ellos se asentaron en esas tierras, absorviendo para sí toda la cultura social y religiosa hindú. Es así que muchos optaron por el ascetismo, la meditación y la contemplación y otros se iniciaron en los conocimientos ancestrales del hinduismo, llegando a ser sadhus. Los rituales propios de la religión hindú se fundieron con las celebraciones provenientes de occidente. En Goa se organizaban grandes rituales acompañadas de la música psicodélica de la época: The Beatles, Pink Floyd, Janis Joplin, Hendrix, entre otros. Poco a poco, a medida que los años pasaban, estas celebraciones se hacían más famosas alrededor del mundo y atraían adeptos de todos los rincones del planeta.

De la misma forma, la cultura musical alternativa en el mundo se diversificaba, estableciéndose verdaderos géneros musicales que en gran medida utilizaban los recursos que la electrónica les proveía. Las celebraciones en Goa no podían quedarse al margen de estos movimientos. La inclusión de sonidos psicodélicos electrónicos en las celebraciones hippies llegaría a ser muy útil para la consecución de los fines de los rituales. Finalmente, a partir de la década de los 90's, uno de aquellos hippies que llegaron en el génesis de esta comunidad, y que actualmente es conocido como Goa Gil, experimentó con un estilo musical combinando las bases rítmicas del Trance con sonidos psicodélicos. En un principio, este nuevo experimento fue conocido como Goa Trance, debido al lugar en el que nació. Posteriormente, adoptaría particularidades muy propias y el término "Goa Trance" pasaría a ser uno de varios estilos del genérico "Psychedelic Trance". Goa Gil no olvidó nunca su rol religioso e incluyó en sus composiciones una base conceptual ligada al hinduismo, la meditación, la catarsis y otras bendiciones espirituales. Hasta la actualidad, esta relación música-hinduismo (psytrance-hinduismo), se mantiene y sirve como base estética en muchos rituales y festivales de psytrance.

La meditación activa.- el baile es una actividad ligada al ser humano desde tiempos inmemoriales, utilizado en la mayoría de los rituales religiosos relacionados con los fenómenos de la naturaleza y como medio de invocación de fuerzas metafísicas o espirituales. El baile es expresión de energía y, dependiendo de su propósito, puede relacionarse con energía positiva o negativa. Así mismo, hay que recordar que la música es sonido, el sonido se transmite por vibraciones que a la larga constituyen una forma de energía. En consecuencia, el baile acompañado de música constituye una manifestación muy poderosa de energía.

De acuerdo con las enseñanzas hinduistas y en general orientales, en el universo existe una energía vital y creadora, que fluye naturalmente por la Naturaleza (el Qi) siendo éste el misterio que conforma la armonía del ecosistema y el cosmos. La meditación en general, permite a quienes la practican conectarse con esta energía vital para ser parte de su fuerza y beneficiarse de sus bondades. Es así que, remontándonos a lo dicho anteriormente, el baile al ser transmisión pura de energía puede ayudar también a la consecución de los fines de la meditación. En este caso se transformaría en una meditación activa.



Dada la estrecha relación entre el psytrance con las culturas orientales, en especial la hindú, el baile acompañado del psytrance se ha convertido en un verdadero ritual de meditación activa. Es por esto que, como regla general, estas celebraciones se desarrollan al aire libre, en contacto directo con la naturaleza, con adornos alusivos a la cultura y religión hindú e incluso iniciando con el canto de mantras. Es por esto que un muchas portadas de discos o en la parafernalia de los rituales psytrance, se utiliza el símbolo del om (sonido divino más importante en el hinduismo).

Para entender mejor este punto, les invito a observar los siguientes videos, en los que aparece el famoso Goa Gil, considerado por muchos como padre del Goa Trance. Además se topa el tema de las drogas psicodélicas y su relación con el psytrance:








A primera vista, parecería no pertenecerle la exclusividad de la meditación activa al psytrance. Es absolutamente cierto. La música aborigen de épocas muy lejanas estaba concebida con las ideas anteriormente propuestas. Pero en la actualidad, la cultura del psytrance es la única que, siendo música contemporánea y utilizando todos los recursos tecnólógicos actuales, propone una aprehensión de la música más allá del simple entretenimiento vanal que se logra en discotecas e incluso en los más espectaculares raves. De hecho, con mucha facilidad una persona podría aprovechar sus momentos de soledad para lograr el frenesí a través de la meditación activa.

Además, cabe añadir un detalle muy importante. Cuando nuestros sentidos, sobre todo la audición, reciben vibraciones musicales, éstas se transmiten hacia nuestro cerebro por señales eléctricas y que pueden traducirse en ondas. Está comprobado que cuando escuchamos música clásica, o música con mucha melodía, estas ondas son fluidas y estables; en cambio, la saturación de sonidos (no llegando al extremo del noise), provocan estímulos mayores a nuestro cerebro con ondas más aceleradas y frenéticas. Cuando este estado cerebral cesa, se produce un efecto de mucha pasividad y una sensación de purificación. Lo mismo se puede apreciar en la parte física de nuestro cuerpo (músculos, articulaciones, etc.). Esta sensación purificadora se llama catarsis. Finalmente, luego de una sesión de ritual psytrance, es posible alcanzar una catarsis del cuerpo y el alma.

Las drogas.- el uso de drogas es muy común en este medio, sobre todo porque incrementa el proceso de nuestra mente para ser estimulada con ondas aceleradas y frenéticas. Pero, por ningún motivo intentaré hacer una apología del consumo, sobre todo por ser un tema muy serio que pertenece mucho a la moral interior de cada persona. De hecho, el nivel de estimulación sin drogas al que puede llegarse en un ritual de psytrance, puede durar más tiempo y es más intenso que el que se logra con el consumo de cualquier tipo de droga. Queda a su libre elección.


Nota final.- como dije al prinicpio, este análisis está cargado de subjetividades. Para captar la esencia de todo lo que he señalado, es indispensable la predisposición para experimentar con nuestra mente y dejarla llevar por infinitas sensaciones y estados. Por el contrario, si simplemente nos gusta el baile por el mero hecho de bailar, bienvenido sea, pero caeríamos en el mismo juego de superficialidades de la sociedad occidental contemporánea. Cada quien de acuerdo a su personalidad sabrá lo que a su mente y cuerpo le interesa.